En días anteriores se anunció que una de las tantas esculturas que hay en México, oda a colonialistas, sería retirada por respeto a la memoria indígena.
La propuesta fue retirar a Cristóbal Colón y colocar en su lugar una escultura de una mujer indígena, y aunque no estamos en contra de retirar las esculturas y otros monumentos que glorifican a los colonos, sabemos de sobra que esta medida no es sino una simulación del gobierno, siempre obsesionado por poner sobre el pedestal el tan nombrado «pasado indígena», mientras que otorgan y respetan concesiones a empresas transnacionales para continúen con el saqueo que inauguró Colón hace más de 500 años, asesinan y someten a persecución política a los y las defensoras de la tierra y el agua y sus familias, despojan y destruyen los territorios ancestrales para construir mega proyectos que arrasan con la vida, eliminan presupuestos destinados a las mujeres indígenas, y la lista sigue y sigue.
Y además de lo anterior, tienen la osadía de contratar a un escultor, varón, blanco mestizo, para que realice la escritura, ¿será acaso que en todo el territorio nacional no existe ni una sola escultora indígena que pudiera realizar este proyecto?, ¿en quién se basó el escultor para hacer ese rostro?Ser representadas es tan importante como quién y de qué manera nos representan, porque lo cierto es que la representación colonial de «la mujer indígena» no es nueva, y todas tenemos bien presentes esas representación que o son descaradamente ofensivas, o se ocultan bajo la exotización.
Nosotras sostenemos que somos nosotras mismas las únicas capaces de representarnos, cualquier representación hecha por el opresor juega en nuestra contra.
Esa escultura de la supuesta «mujer indígena» no podría haber salido de la creatividad de una mujer indígena que se representa a sí misma y su historia, sólo puede salir de la mente de un hombre blanco mestizo que absorto en sus privilegios se pregunta: ¿quién es «la mujer indígena»? y se responde a sí mismo basado en los estereotipos que sostienen su existencia.