1. Te deseamos paciencia, estamos contiga. Ya llevamos tiempo trabajando de manera virtual, pero sabemos que esta vez oficialmente todas estamos estudiando desde casa, hay cosas que no conocemos que están por venir, nuevas violencias por parte de los profesores o compañeros y nuevas resistencias, así que nosotras queremos pedirles paciencia con ustedas mismas. No le deben perfección a nadie, mucho menos a su escuela.
  1. Mirar a la academia con otros ojos que no sean los de la admiración y orgullo es un largo proceso, mientras lo intentas, mamá te pide salir bien en la escuela porque quizá ella o la abuela no pudieron estudiar hasta donde tú y debes sentirte orgullosa y echarle ganas, pero ahora ya lo sabes, la academia no lo es todo, de hecho, ya entrando en tema, es bastante más una introducción al nuevo mundo moderno de la igualdad (entre otras cosas), ¿verdad?, ¿y eso qué significa? Adrianne Rich, una mujer lesbiana radical feminista, aclamada por la academia y después ignorada por la misma nos dice:

“…es en el seno de esta institución, donde una mujer puede ratificar más efectivamente el sentido que puede tener de su valor secundario en ese mundo centrado en los hombres a través de sus experiencias como mujer “privilegiada” en la universidad, si sabe interpretar lo que vive diariamente. La universidad es sobre todo una jerarquía. En la cima hay un pequeño racimo de personas prestigiosas y bien pagadas, principalmente hombres, cuyas carreras perpetúan los servicios de una base muy amplia de personas mal pagadas o no pagadas, principalmente mujeres: esposas, investigadoras, secretarias, asistentes de los profesores, mujeres de la limpieza, camareras del club de la facultad, auxiliares administrativas y mujeres estudiantes que son utilizadas de varias formas para gratificar el ego de los profesores y dirigentes.”

  1. Así que no te agobies ni te midas con la vara del academicismo, no es necesario, tu creatividad y curiosidad tampoco necesita de tanta guía de los profesores con otros intereses.
  2. Disfruta lo que puedas disfrutar con tus compañeras y maestras, ustedas van a darse cuenta de que coinciden en muchas más cosas ahora que están comunicándose desde casa. 
  3. Cuestiona la relación paternal que tienes con algún profesor, pregúntate, ¿por qué te identificas con él más intensamente que con tus hermanas? 
  4. Ignora el mansplaining de todos, incluyendo a los maestros a ver qué hacen cuando se enteren que no nos interesa escucharlos.
  5. Escribe, si tienes tiempo, si quieres. Apostamos a que escribir será una buena vía de escape. Repetimos: estamos juntas en esto.

Ten un tranquilo regreso a clases, te acompañamos en tu corazoncita.

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