8 de octubre

Moscú, Imperio ruso.

¡Nace Marina Tsvetáyeva!

Mujer poeta, escritora, diarista, prosista, traductora y autora. 

La madre de Tsvetaeva, Maria Alexandrovna era concertista de piano. Los dos medios hermanos de Tsvetaeva, Valeria y Andrei, eran hijos de la fallecida primera esposa del padre de Marina, su única hermana, Anastasia, nació en 1894. Los niños se peleaban con frecuencia y en ocasiones con violencia. En 1902, la madre de Tsvetaeva contrajo tuberculosis . Se creía que un cambio de clima ayudaría a curar la enfermedad, por lo que la familia viajó al extranjero hasta poco antes de su muerte, cuando Marina tenía 14 años.  Vivieron durante un tiempo junto al mar en Nervi, ahí, Marina pudo por primera vez correr libremente, escalar acantilados y dar rienda suelta a su imaginación en juegos infantiles. 

Marina abandonó los estrictos estudios musicales que le había impuesto su madre y se dedicó a la poesía. Ella escribió «Con una madre como ella, solo tenía una opción: convertirme en poeta».

A los 16 años estudió historia literaria en la Sorbona. Su primera colección de poemas, Vecherny Albom (Álbum vespertino), autoeditada en 1910, promovió su considerable reputación como poeta. Marina conoció y se casó con un cadete de 17 años, esto no le impidió tener aventuras con la poeta Sophia Parnok. Las dos mujeres se enamoraron profundamente y la relación influyó en los escritos de ambas. 

Marina y su esposo tuvieron dos hijas: Ariadna o Alya e Irina. Después de la Revolución de 1917, su esposo se unió al Ejército y Marina regresó a Moscú. Estuvo atrapada en Moscú durante cinco años, donde hubo una terrible hambruna. La hambruna de Moscú iba a cobrar un precio en Marina. Sin familia inmediata a la que acudir, no tenía forma de mantenerse a sí misma ni a sus hijas. En 1919, colocó a sus dos hijas en un orfanato estatal, creyendo erróneamente que allí estarían mejor alimentadas. Alya se enfermó y Marina se la llevó, pero Irina murió allí de hambre en 1920. La muerte de la niña causó gran dolor y pesar a Marina.

Durante estos años, Marina mantuvo una estrecha e intensa amistad con la actriz Sofia Evgenievna Holliday, para quien escribió varias obras de teatro. Muchos años después, escribiría la novela corta «Povest o Sonechke» sobre su relación con Evgenievna Holliday.

En el verano de 1924, cuando estaba en el exilio, Marina completó «El poema del fin», y concibió a su hijo, Georgy, a quien ella apodó ‘Mur’. 

Después de un largo exilio, Marina y su hija regresaron a Moscú, sin saber la acogida que recibiría. En la URSS de Stalin , cualquier persona que hubiera vivido en el extranjero era sospechosa, al igual que cualquiera que hubiera pertenecido a la intelectualidad antes de la Revolución. La hermana de Marina había sido arrestada; aunque Anastasia sobrevivió a los años de Stalin, las hermanas nunca se volvieron a ver. Marina descubrió que todas las puertas se habían cerrado para ella. Obtuvo algunos trabajos traduciendo poesía, pero por lo demás, los escritores soviéticos establecidos se negaron a ayudarla. 

El 31 de agosto de 1941, Marina se ahorcó. Dejó una nota para su hijo Mur: «Perdóname, pero seguir sería peor. Estoy gravemente enferma, ya no soy yo. Te amo apasionadamente. Entiende que no podría vivir más. Dile Papá y Alya, si alguna vez los ves, que los amé hasta el último momento y explícales que me encontré en una trampa».

En la ciudad de Yelabuga, la casa Tsvetaeva es ahora un museo y un monumento a ella. 

Algunos fragmentos: 

“Aún en el sueño más profundo, saber que eres tú. Y más aún: oír el sonido de tu corazón. Y besarlo.”

“Cuando a la gente se la despoja de su rostro amontonándola, primero se convierte en rebaño y después en jauría.”

“Las alas son libertad solo cuando están abiertas en vuelo. En la espalda son un peso pesado.”

“Soy un rayo de luna, libre de irme cuando quiera.”

“No son mujeres, es una mujer, siempre la misma, es el gran anonimato femenino, el inmenso desconocido femenino (el inmenso mal conocido…). Nos reconocemos a la menor señal, sin la menor señal…. reivindico mi derecho de escritora, ella, género femenino y mudo, durante tanto tiempo mudo. Cuando una mujer escribe, escribe para todas las que han callado – mil años, y callan todavía – y callarán. Son ellas las que escriben a través de ella.“

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