29 de noviembre
Pensilvania, Estados Unidos
¡Nace Louisa May Alcot!
Mujer escritora, poeta, novelista reconocida por su famosa obra Mujercitas. Comprometida con el movimiento abolicionista y con el sufragismo.
Sus padres eran Abigaill May y Amos Bronson Alcott. Louisa tenía tres hermanas, Anna, Lizzie y Abba May. Su hermano Dapper murió cuando todavía era un niño.
Las cuatro hermanas fueron educadas en su propio hogar, mientras recibían visitas de ilustres vecinos. A temprana edad, para ayudar económicamente a su familia, comenzó a trabajar esporádicamente como maestra, costurera, institutriz y escritora; su primer libro fue Flower Fables, formado por cuentos originalmente escritos para Ellen Emerson, hija de un filósofo reconocido. Durante su adolescencia y principios de la edad adulta, Alcott compartió la pobreza y los ideales trascendentalistas de su familia. Posteriormente esta fase de su vida fue descrita en el relato Fruitlands. Una experiencia trascendental, que narra las experiencias de su familia durante un experimento utópico de «pleno vivir y elevado pensar».
Louisa May Alcott escribió relatos y poemas desde joven. Su primer libro publicado sería “Fábulas de flores” que demostró su poder de observación y crónica, además de humor retrospectivo. Una parte menos conocida de su obra son las novelas y cuentos que escribió bajo el seudónimo A. M. Barnard. Trabajos tales como A Long Fatal Love Chase (Cacería de amor larga y fatal) y Pauline’s Passion and Punishment (El crimen y castigo de Pauline) son el tipo de novelas románticas conocidas en la época victoriana como «relatos melodramáticos» o «sensation novels», de estilo gótico. Sus protagonistas son personajes obstinados e implacables en la búsqueda de sus objetivos, que a menudo involucran venganza contra aquellos que los han humillado o frustrado.
Louisa obtuvo un sorpresivo éxito con la aparición de la primera parte de Mujercitas, relato en parte autobiográfico inspirado en su niñez junto a sus hermanas. La segunda parte, Aquellas mujercitas (Good Wives), llevaría a sus protagonistas a la vida adulta. Más adelante, apareció Hombrecitos (Little Men) (1871), que trata de manera similar el carácter y la forma de ser de sus sobrinos completó la «saga de la familia March». La mayoría de sus volúmenes posteriores siguieron la línea de Mujercitas, de la cual el numeroso y leal público de la autora nunca se cansó.
Nunca contrajo matrimonio y fallecida su madre, se hizo cargo de su hogar.
Algunos fragmentos:
“El amor desecha el temor, y la gratitud vence el orgullo.”
“Creo que para el sábado por la noche habrán descubierto que todo juego y nada de trabajo es tan malo como todo trabajo y nada de juego”.
“En el mundo hay muchísimas Beth, tímidas y tranquilas, sentadas en rincones hasta que alguien las necesita y que viven para los demás tan alegremente, que nadie se da cuenta de los sacrificios que hacen hasta que el grillo del hogar cesa de chirriar y desaparece el dulce rayo de sol, dejando atrás silencio y sombra.”
“(…) Las pequeñeces de esta clase son obra casi siempre de la gente sin importancia: un pensamiento bondadoso, una acción generosa, una palabra amable son tan dulces y reconfortantes que nadie puede menos que ver su belleza y amar al que las brinda. Las madres hacen esto sin notarlo y sin recibir agradecimiento; pero su obra es recordada por mucho tiempo y nunca se pierde(…).”