27 de mayo
Lima, Perú.
¡Nace Magda Portal!
Mujer poeta, narradora y activista social.
Fue la segunda hija del matrimonio de Rosa y Pedro, que llegaron a tener cuatro hijos en total; tres mujeres y un hombre. Tenía cinco años cuando su padre murió, su madre tuvo entonces que ganarse la vida haciendo trabajos de costura, hasta que un día, debido a unas deudas impagas, le embargaron la casa. Este suceso marcó la vida de Magda y, como ella cuenta en su autobiografía, fue su primer contacto con la injusticia.
Su madre volvió a casarse y tuvo más hijos. La vida familiar transcurrió a partir de entonces en continuos cambios de lugares de residencia. Magda cursó estudios escolares y terminó la media-comercial. Empezó a trabajar en diversos oficios: ayudante de un estudio fotográfico, de una agencia de comisionistas, de un taller de litografía.
Tenía 17 años cuando empezó a frecuentar las aulas de la Universidad, como alumna libre. Ella misma cuenta que entraba en un aula, se sentaba para escuchar las clases y nadie se lo impedía.
Tuvo una relación de pareja con un poeta y publicista, unión de la que nació su hija Gloria. Se separó de él y se convirtió en pareja de su cuñado. Los tres publicaron la primera revista literaria vanguardista del Perú. Ya por entonces mostraba inquietudes literarias y escribía cuentos y poemas. Su primera composición publicada apareció en 1920. También por esa época nacieron sus inquietudes políticas y sociales. En 1923, concursó con el seudónimo de Lorelei, presentando una serie de tres poemas titulados «Nocturnos», que resultó ganadora del primer premio. Pero cuando los organizadores vieron que se trataba de una mujer, no quisieron cambiar la costumbre de que el varón ganador le dedicará su composición a una dama y decidieron crear un premio especial para Magda. Pese a que todo eso le pareció una absurda discriminación, Magda aceptó, pero llegado el momento de recibir el premio, viendo que se lo entregaría el mismo presidente, abandonó la ceremonia. Un poeta varón se encargó de leer su poema. Este episodio fue cubierto por la prensa y Magda se hizo muy conocida, creándose la imagen de una contestataria impetuosa.
En 1927 publicó su primer poemario, titulado Una esperanza y el mar.
Fue implicada en un supuesto «complot comunista», siendo desterrada. Pasó a Cuba y luego a México. Se afilió a la Alianza Popular Revolucionaria Americana, fundada por un amigo, quien la intentó convencer de dejar la poesía y dedicarse a la política. En 1930, Magda regresó al Perú. Se entregó de lleno a las tareas partidarias y logró esquivar la persecución del gobierno sanchecerrista. Durante el gobierno de Benavides fue detenida y permaneció 500 días en la cárcel de mujeres de Lima. Al ser liberada, marchó hacia Bolivia. De allí pasó a Chile, donde residió por varios años. Allí publicó su segundo poemario: Costa sur.
En 1946 organizó la primera Convención Nacional de mujeres apristas, de la que fue nombrada presidenta.
Su única hija, Gloria, se suicidó de un balazo en el corazón, el 3 de enero de 1947; tenía 23 años de edad.
Su alejamiento del APRA ocurrió de manera paulatina, al no estar de acuerdo con la orientación política que iba tomando el partido. Algunos militantes (en su mayoría mujeres) le siguieron el paso y se retiraron de la organización. Después de este incidente, Magda se apartó totalmente del partido.
Algunos fragmentos:
“La mujer es valiente en todos los niveles de la vida, cuando hay que luchar, lucha”
“Bendita seas Hora
porque afirmas la angustia
de que este amor sólo es un sueño.”
“Un día seré libre, aún más libre que el viento,
será claro mi canto de audaz liberación
y hasta me habré librado de este remordimiento
secreto que me hunde su astilla al corazón.”