Buenos Aires, Argentina. 

¡Nace Mariana Enriquez! 

Mujer escritora, periodista y docente argentina, consolidada como la escritora argentina de terror más relevante de la actualidad,

Mariana nació en Buenos Aires, pero creció en Valentín Alsina.​ Creció en medio de las historias y supersticiones de su abuela, oriunda de la provincia de Corrientes.​ Años después se mudó junto a su familia a la ciudad de La Plata, en donde se acercó a la literatura y al punk, por lo que decidió estudiar periodismo y especializarse en música rock. Se licenció en Periodismo y Comunicación Social. Mariana comenzó a escribir atravesada por la lectura de clásicos del terror estadounidense.​ A los 19 años escribió su primera novela, Bajar es lo peor, que retrata varios temas que inquietaban a la juventud de su época: la ansiedad adolescente, el alcohol, las drogas, el rock, entre otros. Gracias a la hermana de una amiga, el manuscrito llegó a las manos de un editor, quien decidió publicar la novela. El libro se convirtió en un éxito de ventas y con el tiempo se convirtió en un libro de culto, ubicándola en la escena literaria argentina a pesar de su corta edad y carrera. En el año 2002 se estrenó la película homónima basada en la novela, dirigida por Leyla Grünberg. Luego del éxito de su primer libro, Enríquez empezó a trabajar como periodista, primero de freelance y, luego, en un diario argentino. En 2004, publicó su segunda novela, Cómo desaparecer completamente, la cual sigue la historia de un muchacho llamado Matías que vive en un barrio de clase baja de Buenos Aires y debe afrontar los recuerdos de los abusos sexuales que sufrió por parte de su padre y la descomposición social producto de la crisis económica argentina de los años noventa.

Mariana siguió publicando cuentos que exploran el género del terror, relatos que están atravesados por la persistencia de la muerte en el mundo de los vivos o el trauma de lo no resuelto.

Algunos fragmentos:

“Los fantasmas son reales. Y no siempre vienen los que uno llama.”

“Era tanta la rabia que las lágrimas no caían.”

“¿Viste cuando gritás en el garaje de casa y se vuelve a escuchar tu grito? Pero esa ya no es tu voz, la segunda vez.”

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