8 de julio
Suiza, Zúrich
¡Nace Elisabeth Kübler-Ross!
Mujer escritora, psiquiatra y médica, una de las mayores expertas mundiales en la muerte, las personas moribundas y los cuidados paliativos.
Fue la primera de tres hijas trillizas de una familia de clase media. Las tres hermanas vestían igual, recibían los mismos regalos, realizaban las mismas actividades y las personas reaccionaban ante las trillizas no como individuos, sino como grupo. Esta vivencia afectó a su sentido de identidad. A los 5 años, ingresó en el hospital por una neumonía, y allí tuvo su primer contacto con la muerte al asistir al fallecimiento de su compañera de habitación. En otra ocasión, vio a un vecino tranquilizar sosegadamente a su familia mientras se preparaba para su inminente muerte tras haber sufrido una fractura de cuello. Tales experiencias la llevaron al convencimiento de que la muerte era solo una de las muchas etapas de la vida, y de que las personas moribundas y quienes las rodean deberían estar preparadas para afrontarla con paz y con dignidad. Siendo todavía adolescente, trabajó en Francia, Polonia e Italia, reconstruyendo comunidades devastadas por la Segunda Guerra Mundial. Las experiencias en Polonia cambiaron su vida para siempre: decidió pasar su vida sanando a otras personas.
Los dibujos de mariposas le marcaron, convirtió el símbolo de la mariposa en un emblema de su trabajo, ya que para ella este hecho significaba el renacimiento hacia un estado de vida superior.
El éxito de su primer libro, Sobre la muerte y los moribundos, la impulsó a dedicar su práctica clínica a los pacientes moribundos. Fue una mujer de carácter, independiente, aguerrida y muy inquieta. Su interés por el más allá la llevó a un entusiasta acercamiento durante tres años a sesiones de espiritismo. En 1995 sufrió varios ataques de apoplejía que le paralizaron el lado izquierdo. En una entrevista de 2002 afirmaba que estaba preparada para morir.
Algunos fragmentos:
“Las personas son como vidrieras. Brillan y brillan cuando sale el sol, pero cuando llega la oscuridad, su verdadera belleza se revela sólo si hay una luz desde adentro”.
“Cuando muera, voy a bailar primero en todas las galaxias… Voy a tocar, bailar y cantar”.
“No es el fin del cuerpo físico lo que debe preocuparnos. Más bien, nuestra preocupación debe ser vivir mientras estemos vivos: liberar nuestro ser interior de la muerte espiritual que conlleva vivir detrás de una fachada diseñada para ajustarse a las definiciones externas de quiénes y qué somos”.